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Colegios y hospitales también deben certificarse: El impacto de las BPM en la salud pública

  • GSA
  • hace 12 minutos
  • 2 Min. de lectura
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En el ámbito de la salud pública, la inocuidad alimentaria no es negociable. Tanto en instituciones educativas como en hospitales y centros asistenciales, la manipulación de alimentos implica una gran responsabilidad: garantizar que los consumidores —niños, pacientes y comunidades vulnerables reciban alimentos seguros, nutritivos y libres de riesgos.

Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) son un pilar fundamental en este proceso. Su implementación no solo cumple con la normativa vigente, sino que representa un compromiso con la salud, la confianza y la calidad del servicio.



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¿Qué son las BPM en instituciones asistenciales?

Las BPM son un conjunto de normas y procedimientos aplicados a la manipulación,

preparación y distribución de alimentos. En colegios, hospitales y comedores

institucionales, estas prácticas garantizan:


  • Condiciones higiénicas adecuadas.

  • Prevención de contaminaciones cruzadas.

  • Control estricto de materias primas y procesos.

  • Capacitación del personal que manipula alimentos.




Impacto directo en la salud pública

Implementar BPM en instituciones asistenciales tiene un impacto social y sanitario tangible:

  1. Protección de los usuarios más vulnerablesNiños en etapa escolar y pacientes hospitalizados tienen sistemas inmunológicos más sensibles. Un error en la inocuidad puede causar intoxicaciones con consecuencias graves.

  2. Prevención de brotes alimentariosEl cumplimiento de las BPM reduce significativamente el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos, protegiendo la salud de la comunidad.

  3. Confianza y reputación institucionalPadres de familia y familiares de pacientes confían más en instituciones que demuestran responsabilidad y transparencia en sus procesos alimentarios.

  4. Cumplimiento normativoCertificar BPM asegura que la institución esté alineada con regulaciones nacionales e internacionales, evitando sanciones y fortaleciendo la sostenibilidad del servicio.

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Beneficios de la certificación BPM en colegios y hospitales

  • Calidad garantizada en cada etapa del proceso.

  • Mayor seguridad para los consumidores.

  • Capacitación constante del personal.

  • Estándares internacionales que abren puertas a reconocimiento y confianza.

  • Mejora continua, fomentando la cultura de seguridad alimentaria.


Un compromiso con la sociedad

Certificar BPM no es solo un requisito, es una muestra de responsabilidad social. En instituciones que atienden a niños y pacientes, la calidad de los alimentos forma parte esencial de la atención integral.

En GSA acompañamos a colegios, hospitales y comedores institucionales en el proceso de implementación y certificación, asegurando que cada plato servido cumpla con los más altos estándares de higiene, seguridad y confianza.

 
 
 

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